Patología tiroidea e infertilidad en la mujer
Durante la vida reproductiva de la mujer los trastornos de la glándula tiroides, son relativamente frecuentes.. La autoinmunidad tiroidea (AIT) es decir la producción de sustancias producidas por el propio cuerpo que actuarían contra la tiroides, es más prevalente en la mujer infértil.
Hipotiroidismo, reproducción e infertilidad en la mujer
El hipotiroidismo se caracteriza por una secreción disminuída de hormonas tiroideas generalmente secundario a un mecanismo autoinmune (mejor conocido como tiroiditis de Hashimoto), o luego de una cirugía o de tratamiento con yodo radiactivo.
En las mujeres en edad reproductiva el hipotiroidismo franco y el hipotiroidismo subclínico (valores de TSH elevadas y T4 normales) se presentan en alrededor del 0,5–0,7% y del 2–4%, respectivamente.
Los efectos del hipotiroidismo sobre las hormonas de la reproducción incluyen una disminución de la globulina transpotadora de las hormonas sexuales así como alteraciones en las concentraciones de estradiol y otras hormonas.
Todos estos cambios hormonales se manifiestan por alteraciones del ciclo menstrual, por ejemplo: hipermenorrea (aumento de la cantidad de menstruación), oligomenorrea (ciclos menstruales alargados o amenorrea (falta de menstruación mayor a 90 días). Dichas alteraciones se relacionarían con trastornos de la ovulación, y la presencia de fase lutea inadecuada, necesaria para preparar al útero y así recibir al óvulo fecundado y dar lugar a la implantación.
Síntomas y prevención:
Las disfunciones tiroideas hereditarias son rarísimas y se manifiestan con síntomas fáciles de detectar. En el hipertiroidismo: baja de peso sin causa aparente, aumento de ansiedad y nerviosismo, palpitaciones, exoftalmia, sudoración, agrandamiento de la tiroides si la causa es un nódulo tiroideo. También en la embarazada las nauseas exageradas y muy prolongadas (hiperemesis gravidica) son un síntoma de hipertiroidismo.
Por su parte el hipotiroidismo tiene efectos inversos: aumento de peso, cansancio permanente, abulia y bocio o sea agrandamiento de la tiroides.
La prevención más simple y obvia es que la ingesta diaria de yodo sea la adecuada. En nuestro país, también por ley nacional, la sal común de mesa tiene iodo adicionado para suministrar la dosis diaria recomendada.
El estudio de estas alteraciones hormonales tiroideas se le soliitará a toda paciente que consulta por fertilidad, mediante un análisis de sangre llamado perfil hormonal, entre el 3º y 5º día de la menstruación.
Riesgos y consecuencias para el bebé y la mamá:
El embarazo es de por sí un estado de hipotiroidismo fisiológico, sobre todo hacia su final. Esto se produce por una disminución relativa de hormona tiroidea circulante y aumentos en la deiodinación periférica y placentaria de las hormonas tiroideas, pasaje de éstas a la unidad fetoplacentaria y aumentos en la excreción urinaria de yodo. Es lo que se conoce como hipotiroidismo funcional. Esta situación, siempre y cuando sea leve, puede ser provechosa para el buen progreso del embarazo, ya que produciría una disminución del metabolismo materno en beneficio de la unidad fetoplacentaria proveyéndola de una mayor disponibilidad de nutrientes.
Pero no todo es tan simple. Estadísticas internacionales indican que el 2.5 % de los embarazos cursa con algún tipo de hipotiroidismo lo que implica estar en presencia de consecuencias tanto sobre la madre como sobre el feto, por ejemplo la consecuencia más grave del hipotiroidismo no tratado durante el embarazo es la aparición de retrasos y defectos en el desarrollo neurológico del feto que llevan a un retraso mental conocido tradicionalmente como cretinismo.
Si bien tanto el hipo o el hipertiroidismo no suelen ser hereditarios, el bebé puede nacer con hipotiroidismo congénito porque la madre está hipotiroidea por deficiencia de iodo o por otra causa. En nuestro país es obligatorio por ley nacional que a todos los recién nacidos se les haga el análisis de TSH circulante para determinar si están hipotiroideos (la TSH es la hormona que estimula a la tiroides a producir tiroxina) por lo que, en caso de que el bebé esté hipotiroideo, se pueda iniciar el tratamiento con tiroxina de inmediato.